Y sales a pasear...tu soledad como única compañía en el camino....y piensas, observas, respiras el olor a mar.
Hace frío pero no importa...te descalzas...sientes la fría arena bajo tus pies y suspiras, le sonríes al mar y al sol que comienza su descenso en el horizonte...
Y piensas en alguien que tu solo sabes y sonríes más...abres tus brazos a la brisa que azota tu rostro y sientes la energía de la naturaleza, su magia....su poder....
Te sientas en la arena mientras tus pies juegan con esa fria sensación, no importa nada en este momento, solo tú y tu compañera soledad, esa compañera que tantas veces te acompaña y con la que tanto te gusta estar en ocasiones.
Y ves en la orilla a pocos metros de ti el amor...la complicidad....
y por unos minutos cierras tus ojos concentrandote en esa vieja balada que suena en tu ipod acelerando tu corazón, retumbando en tu pecho acompañando los compases del mar al romper en las rocas...y sueñas por unos instantes que eres libre.
La paz te acompaña y Lorenzo se va escondiendo.
Eres feliz....
Te sientes libre....
Y en pocos minutos llega la oscuridad, te calzas y regresas a casa con las energías renovadas, feliz, en paz y dando las gracias por un día más.